Deja que tu objetivo a largo plazo te inspire. No hay nada como fijarse un objetivo realmente grande para animarse a entrenar. Cierra los ojos e intenta visualizar algo que te encantaría hacer, aunque creas que puede estar un poco más allá de ti, y ve a por ello. Por supuesto, hay que ser un poco realista. Las medallas de oro olímpicas y ganar el Tour de Francia están fuera del alcance de mucha gente, pero si eres lo bastante joven pueden ser objetivos válidos. Si eres lo bastante joven, pueden ser objetivos o sueños válidos. Apunta a las estrellas, pero alégrate también con la luna. Para los ciclistas de más edad, ganar una carrera de un grupo de edad, incluso un título nacional o mundial de un grupo de edad, es posible si se goza de buena salud y del tiempo y los recursos necesarios para entrenarse adecuadamente. Mejorar el rendimiento en las contrarrelojes o el tiempo conseguido en una prueba ciclodeportiva el año anterior son buenos objetivos para muchos. También hay grandes carreras ciclodeportivas internacionales, como la Etape du Tour, que cubre una etapa de montaña del Tour de Francia de cada año. También hay grandes carreras ciclodeportivas que recorren los itinerarios de todas las clásicas de un solo día. Hay todo un mundo de metas inspiradoras a las que puedes aspirar. Los mecanismos de la inspiración Dentro de tus posibilidades personales, ¿qué has querido hacer siempre en tu moto? Tómate un momento para imaginarlo. ¿Se te pone la piel de gallina? ¿Te da un poco de miedo? Si te da alguna de las dos cosas, y mejor si te da las dos, te inspirará. Ahora imagina cómo te sentirás cuando hayas alcanzado tu objetivo. Escribe tu objetivo, planifica el camino para alcanzarlo y ve a por él. Puede que tengas miedo a fracasar, pero el miedo al fracaso puede ayudarte a seguir entrenando. Tu gran objetivo te mantendrá en el buen camino desde el punto de vista nutricional y te facilitará dar la espalda a cualquier tentación de abandonar la dieta sana que necesitas para mantener tu ambición. Sin embargo, ten en cuenta que darse un capricho de vez en cuando nunca está de más. Vive el momento Utiliza tu inspiración para centrarte en cada aspecto del ciclismo como y cuando lo estés haciendo. Si estás planificando, hazlo lo mejor que puedas. Concéntrate en cada sesión de entrenamiento, y sólo en esa sesión de entrenamiento, mientras la realizas y luego pasa a la siguiente. En resumen, concéntrate sólo en lo que estás haciendo en ese momento y no dejes que todo se mezcle, o acabarás simplemente siguiendo los pasos y no te darás cuenta de tu potencial. Por encima de todo, considera todo -entrenamiento, recuperación, alimentación o cuidado de ti mismo y de tu bicicleta- como pasos esenciales hacia tu objetivo, porque eso es lo que son. Algunos entrenadores llaman a vivir el momento "fluir". Muchos consideran que "fluir" es la puerta de entrada a la mentalidad perfecta para la competición y lo llaman "estar en la zona". La zona es un estado más allá de la concentración, es donde sientes que tienes el control total, donde tú dictas lo que ocurre y todo a tu alrededor se ralentiza para que lo analices correctamente y hagas lo correcto. La fluidez es algo que se trabaja y se practica, pero una vez que se domina, se puede activar en cualquier momento. VISUALIZACIÓN Visualizar no significa soñar despierto y desear estar en la bici en lugar de en una reunión aburrida o en el colegio. Significa dedicar tiempo a recordar las buenas sensaciones de ir en bici y visualizarte pedaleando perfectamente de camino a conseguir tus objetivos. No significa que te veas en el último escalón de los Campos Elíseos vestido de amarillo con el Arco del Triunfo a tus espaldas, aunque sea una bonita imagen que evocar en un día gris de diciembre. Significa pensar en aspectos concretos de tu reto ciclista, tu objetivo, y visualizarte haciéndolos a la perfección. Por ejemplo, un corredor de atletismo podría visualizar la salida y la aceleración perfectas, para después acomodarse en una posición aerodinámica y empujar con fluidez la potencia hacia los pedales. Un contrarrelojista podría visualizar una posición aerodinámica perfecta mientras traza la línea perfecta en las curvas. De hecho, la perfección debería ser una característica de toda visualización: el sprint perfecto, el sprint perfecto, la escalada perfecta o el descenso perfecto. Intenta asociar un mantra a lo que estás visualizando, repitiéndolo en tu mente. Puede ser algo tan sencillo como dos palabras, "salida perfecta", por ejemplo, o "suave como la seda" cuando visualices tu estilo de pedaleo. Repite el mantra en tu mente cuando visualices y cuando practiques. Cada vez que lo hagas estarás reforzando las vías neuro-musculares que mejoran el rendimiento. Es importante fijarse objetivos porque aportan disciplina al entrenamiento. Los objetivos te ayudan a salir por la puerta, subirte a la bicicleta estática o ir al gimnasio. Las metas te centran y te dan objetivos específicos, desde las grandes metas a largo plazo hasta lo que quieres conseguir en una sola sesión de entrenamiento. Los objetivos de entrenamiento son peldaños para alcanzar objetivos mayores, y los grandes objetivos te estimulan. Te ayudan a esforzarte, a esforzarte y a realizar correctamente todo el entrenamiento, incluidas la nutrición y la recuperación. Análisis Hay un sistema para fijar objetivos eficazmente. En primer lugar, revise su situación actual. Si eres nuevo en el ciclismo, pregúntate cómo es tu forma física, de cuánto tiempo dispones a la semana para entrenar, qué te inspira y qué te gustaría conseguir con el tiempo en el ciclismo. No importa lo lejos que estés de tu objetivo inspirador cuando te lo propongas, la pregunta clave es si tienes el tiempo, los recursos y la capacidad física para lograrlo. Para responder a esas preguntas tienes que analizar el objetivo. ¿En qué consiste y qué hace falta para conseguirlo? Analiza la naturaleza del acontecimiento para el que te entrenas. Divídela en sus componentes y establece objetivos específicos para cada uno de ellos. Por ejemplo, para la contrarreloj de un kilómetro contrarreloj de un kilómetro, me fijaría en mi fuerza máxima y mediría mi sentadilla máxima en una repetición como un indicador clave de mi capacidad para generar fuerza que me ayudaría con mi salto de salida. Me fijaría en mis tiempos de 65 metros en la salida de pie como referencia para mi aceleración y me fijaría una serie de objetivos de rendimiento para ese ejercicio. Haría lo mismo con mi velocidad punta, mi resistencia a la velocidad y mi tolerancia al lactato. También me fijaría en los aspectos técnicos -mi técnica en la salida, mi trazada en la pista, mi posición aerodinámica en la bicicleta- y me fijaría objetivos de dificultad creciente para ponerme a prueba y, en última instancia, mejorar el resultado final global. Todas estas cosas necesitan práctica y entrenamiento, y determinan la forma de tu plan de entrenamiento, que debe centrarse en las tareas. Te centras en un aspecto de tu objetivo, mientras mantienes otros aspectos en los que te has centrado, y luego pasas a otra cosa. Es como hacer girar platos; haces girar el siguiente plato y luego vuelves a darle una vuelta a otro y así sucesivamente. Es importante desglosar las exigencias de su objetivo y ver si dispone de los recursos, el tiempo y el compromiso para realizar el entrenamiento necesario para conseguirlo. En algunos casos, también hay que tener muy en cuenta el dinero y el deseo de gastarlo en equipamiento especializado. A continuación, tanto si tienes entrenador como si no, siéntate con un bolígrafo y un papel para evaluar dónde estás ahora y especificar adónde quieres llegar. No te limites a pensar en abstracto sobre tu ciclismo, siéntate, revisa y planifica. Así es como se obtienen los mejores resultados. Marcarse grandes objetivos Piensa a lo grande, algo que te emocione te mantendrá esforzándote, entrenando y avanzando en la dirección correcta. Sí, hay que ser realista con la situación en la que uno se encuentra y los recursos de que dispone, pero dentro de esas limitaciones lo mejor es fijarse grandes metas. pero, dentro de esas restricciones, los grandes objetivos son los que mejor funcionan. Haz que tus objetivos estén orientados al rendimiento y no a los resultados. Esta es una de las claves para fijar objetivos. Si tu objetivo es ganar una carrera, no te centres en ganar. Ganar puede ser lo que quieras, pero es un resultado. Muchos factores que escapan a tu control pueden impedir que consigas un resultado concreto. Tu mejor actuación posible en la carrera es lo único que puedes controlar. Por supuesto, el resultado de tu mejor actuación posible puede ser ganar la carrera. Yo fijaba mis objetivos al principio de cada ciclo de cuatro años, y aunque el oro olímpico era mi meta, el objetivo real sobre el que tenía control era llegar a las Olimpiadas en la forma de mi vida, y ser lo mejor que pudiera ser. Si te centras en el proceso y no en el resultado, estarás al mando. "Controlar lo controlable" es una frase muy utilizada, y con razón. Si te preocupas por cosas que están fuera de tu control, como la actuación de tus rivales, eso te creará estrés. Sólo se reparte una medalla de oro por carrera, y no todo el mundo puede ganar, así que si puedes mirarte al espejo el día de la carrera y decir de verdad que has dado lo mejor de ti en cada sesión de entrenamiento hasta ese momento, entonces puedes salir a disfrutar de la carrera y aceptar el resultado. Si ganas, genial. Si no, le das la mano a la otra persona y le dices que bien hecho, que ha ganado el mejor ciclista. Pero si eso ocurre, asegúrate de volver la próxima vez aún mejor preparado, ¡y dales una paliza! Planifique sus objetivos No dejar piedra sin remover, esa es una buena forma de concebir la elaboración de un plan. Tu plan es tu receta para el éxito. Siempre debes tener un plan detallado del entrenamiento que vas a realizar en las próximas cuatro semanas y un plan aproximado para los meses siguientes. El plan aproximado se hace más detallado en función del entrenamiento que esté realizando en ese momento. De este modo, al final de cada período de cuatro semanas, tendrás listo otro plan detallado de cuatro semanas. Por encima de todo, tu plan debe entusiasmarte. Recuerdo haber hablado con Chris Boardman al principio de mi carrera, en busca de consejo. Me dijo que sus eventos no se parecían en nada a los míos, pero que el único consejo que podía darme era que si no me emocionaba al leer mi plan, lo rompiera y empezara de nuevo. Cuando el plan que has escrito te emociona de verdad, es cuando te lo crees a pies juntillas y te comprometes plenamente con él. Cómo montar en bicicleta, de Sir Chris Hoy, publicado por Hamlyn 20 de septiembre de 2018 - https://amzn.to/2OO3Bmb Fotografía: Chris Terry Escrito por Sir Chris Hoy