El bajo kilometraje y el entrenamiento cruzado han ayudado a Stephanie Davis a pasar de corredora de club a atleta olímpica del equipo británico. Aquí nos revela sus secretos de entrenamiento para el maratón. Hace cinco años, Stephanie Davis era una corredora estacional confesa. Durante los meses de verano corría dos veces por semana cuando salía el sol y el resto del año hibernaba en su gimnasio local, donde sudaba en la bicicleta elíptica, la bici y la cinta de correr. Compaginaba sus sesiones con un trabajo a tiempo completo en el sector financiero. Sólo cuando un amigo la invitó al club de atletismo Clapham Chasers, al que sigue perteneciendo, empezó a cultivar un talento latente. "Llevaba poco tiempo corriendo en el club cuando mi novio me sugirió que intentara correr el maratón de Berlín", cuenta Davis a Scienceinsport.com. "Decidí buscarme un entrenador y hacerlo como es debido". Por primera vez en su vida, Davis siguió un programa de formación estructurado. "El entrenamiento era muy intenso", dice Davis. "Nunca había hecho entrenamientos de gran volumen y no conocía realmente mi propio cuerpo". Adaptó su régimen de entrenamiento para incorporar el entrenamiento cruzado, utilizando máquinas de bajo impacto como la elíptica y nadando junto a sus sesiones de carrera. "Ese enfoque me funcionó", añade. En Berlín marcó un impresionante tiempo de 2:41:16, al que siguió otro de 2:32:38 en la salida masiva de Londres, antes de recortar otros cinco minutos con 2:27:40 en Valencia. Ese tiempo le bastó para situarse entre las diez mejores corredoras británicas de todos los tiempos. La victoria en las pruebas de maratón británicas de 2021, con una mejor marca personal de 2:27:16, le permitió clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, donde terminó en 39ª posición, la mejor situada de las tres británicas. Su éxito es aún más notable si se tiene en cuenta su particular forma de entrenar, contraria a la de la mayoría de los corredores de larga distancia, que acumulan un gran kilometraje en carretera para preparar sus maratones. "Hace unos años probé a hacer entre 110 y 120 kilómetros a la semana y sufrí una lesión en la banda iliotibial (cadera)", explica. "Aquel periodo me confirmó que lo mejor para mi cuerpo era un kilometraje reducido -entre 80 y 80 kilómetros a la semana- y el entrenamiento cruzado". ¿Cómo es una semana típica de entrenamiento para Davis? Los lunes suelen ser días de bajo o nulo impacto, con natación por la mañana y una sesión de elíptica por la tarde. "El objetivo es hacer el mismo trabajo aeróbico que haría en la carretera, pero sin sobrecargar las articulaciones", explica. Los martes hace entrenamiento por intervalos en pista o en carretera. Los jueves se centra en carreras de velocidad antes de una carrera larga los domingos. También complementa sus carreras con dos sesiones de fuerza y acondicionamiento y trabajo de flexibilidad. El enfoque nutricional de Davis también ha evolucionado en los dos últimos años, después de sufrir un grave revés en su salud. "Sufrí el síndrome RED-S (síndrome de deficiencia relativa de energía)", explica. Este trastorno suele provocar un descenso del rendimiento deportivo y de la salud cuando los deportistas no obtienen suficiente combustible a través de los alimentos para satisfacer las demandas energéticas de su vida diaria y de sus entrenamientos. "La pérdida del ciclo menstrual hace que sea más fácil de detectar en las mujeres", prosigue Davis. "Esto me ocurrió a mí junto con más lesiones. Alimentarse adecuadamente es muy importante para que el cuerpo tenga energía suficiente para realizar todas sus funciones habituales, además de hacer frente a las exigencias del entrenamiento." Desde que superó la enfermedad, Davis se ha centrado en aumentar su ingesta de carbohidratos. "Tengo que recordarme constantemente que debo comer más de lo que creo que necesito, sobre todo durante las sesiones", afirma. Los suplementos SiS le ayudan a repostar y recuperarse entre entrenamientos y después de las carreras. "Si una sesión dura más de una hora, tomo geles energéticos isotónicos GO o la bebida energética SiS GO durante esa sesión", añade. "Me aseguro de que mis fuentes de energía estén continuamente llenas. Pensaba que comía lo suficiente, pero el momento y lo que comes es clave". Al igual que su enfoque del entrenamiento, Davis también ha adoptado un enfoque individual e instintivo de la nutrición. "Mucha gente habla de la carga de carbohidratos el día antes de una carrera, pero a mí me gusta empezar a aumentar mi ingesta de carbohidratos dos días antes de una carrera", explica. "Me parece que comer tanto el día antes de una carrera puede resultar muy pesado. Además, las carreras de maratón suelen empezar a una hora ridículamente temprana, por lo que me gusta asegurarme de no hacer una comida pesada ni cenar demasiado tarde la noche anterior a la carrera, ya que de lo contrario no tendré hambre por la mañana. Quiero comer algo por la mañana antes de la carrera para sentirme lleno de energía". A sus 32 años, tiene una sed continua de nuevos conocimientos. Recientemente ha añadido una sesión semanal de ejercicios a su programa de entrenamiento para trabajar su técnica de carrera. "He introducido algunos cambios en mi técnica para prevenir las lesiones", explica. "Lo clasifico como trabajo de fuerza, no es lo mismo que haría en el gimnasio, pero está muy centrado en el core". También tiene un sabio consejo para los corredores de todos los niveles. "A veces menos es más", dice. "Habrá un momento en que tengas que abandonar una sesión por motivos de trabajo o si estás cansado después de viajar. Tómate ese día de descanso, es difícil, pero baja el ritmo y notarás los beneficios". Si desea más consejos sobre entrenamiento y nutrición para correr maratones, consulte la Guía SiS para maratones. Escrito por sisteam Proporcionando conocimientos de primera clase, ideas de élite y recomendaciones de productos para ofrecer soluciones óptimas de rendimiento a todos los atletas en una amplia variedad de deportes de resistencia.