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Cómo entrenarse para un maratón Ironman

El maratón Ironman es una bestia diferente a un maratón a secas. Aunque tengo que admitir que correr un maratón sin bicicleta casi duele más... Correr a un ritmo incómodo de principio a fin es agotador tanto para la mente como para el cuerpo, es fácil ver por qué se tarda tanto en recuperarse.

 

La coherencia es lo más importante

Entrenar para un maratón Ironman es posible con una sola cosa. La constancia.

No se puede apurar la velocidad ni los kilómetros. Puedes salir y machacarte día tras día, corriendo tan fuerte, tan largo o tan rápido como puedas. Sólo conseguirás lesionarte, enfermar o acabar yendo más lento.

 

Día a día

Mantenerse constante y hacer poco a poco, día a día, es la mejor manera de estar preparado para un maratón. Opciones como un día de doble carrera para replicar correr con las piernas pesadas y mantenerte fuerte cuando tus piernas empiezan a sentir que se van a rendir.

O, mezclando algunas sesiones de ladrillos para dar a tus piernas un poco más de fuerza, son excelentes maneras de empezar a estar listo para la parte final del maratón, cuando realmente pasa factura.

Pero como todos sabemos, el entrenamiento no te hace estar más en forma, sino la recuperación. Asegurarte de que te alimentas correctamente antes, durante y después del entrenamiento marcará una gran diferencia en tu recuperación y te permitirá mantener la constancia que necesitas.

 

Derecho de combustible

Ya sea una barrita rápida o un gel antes de la sesión, geles durante, y una rego o barrita de proteínas inmediatamente después. Todo ello te permitirá rendir al máximo de tus posibilidades.

Si sabes que el maratón va a ser caluroso, practicar con electrolitos y bebidas es una forma fantástica de prepararte, elabora un bucle en el que puedas parar en casa y recoger la botella brevemente o convence a un amigo para que pedalee a tu lado en tu carrera larga.

Cuando entreno y compito, me alimento mejor con geles cuidadosamente calculados para que mi estómago pueda digerirlos fácilmente y la energía se transfiera directamente a mis piernas.

Estas pequeñas cosas empezarán a sumar y le permitirán comprometerse al 100% en cada sesión de entrenamiento. Desarrollar la fuerza y la constancia en las piernas es la base del entrenamiento para el maratón. Es fácil encontrar velocidad cuando se tiene una base tan sólida.

 

Entrenar el cuerpo y la mente

Además de incorporar la fuerza y la nutrición a tu rutina, no descuides el aspecto mental del maratón. Un maratón es un largo camino, no tienes que salir a buscar el dolor, éste te encontrará a lo largo de la carrera, créeme. Pero si estás preparado para ello, abrázalo, acéptalo y encuentra formas de gestionarlo.

Despréndete de ello, llénate de todas las cosas que te hacen seguir adelante cuando los tiempos son difíciles. Aliméntate de pensamientos positivos y de confianza en ti mismo. Los KM 28-36 van a doler, pero si estás preparado, podrás soportarlo.

Entrena con inteligencia, entrena duro y asegúrate de alimentarte con ciencia. Marcará la diferencia.

Escrito por

Jack Schofield