Siempre es más difícil mantener la motivación durante los meses de invierno. Un día hace un frío que pela, al día siguiente llueve a cántaros y, a medida que oscurece, aumenta la tentación de dejar el entrenamiento para mañana. Como atleta profesional, la dilación no es una opción, así que he adoptado algunas técnicas para mantener la disciplina durante todo el año. En primer lugar, es importante saber que no estás solo. Ya seas principiante o profesional, cuando se trata de la depresión invernal todos estamos en el mismo barco. Cuando siento que mi motivación se agota, me propongo un reto. Algo en lo que pueda trabajar para mantenerme centrado y responsable. Puede ser cualquier cosa, desde una distancia acumulada hasta una marca personal. Actualmente intento hacer algo todos los días, aunque algunos días sólo sea estirarme o dar un paseo. No poder utilizar la pista o el gimnasio este año ha sido todo un reto. Sin embargo, me ha obligado a improvisar y experimentar con otras formas de ejercicio y fitness. Probar cosas nuevas, ser creativo con mis entrenamientos y aprender de los demás ha sido estimulante tanto física como mentalmente. Si tienes poca motivación, puede que te aburra tu rutina de entrenamiento habitual. Prueba a cambiarla. Con tanto material disponible en Internet, las posibilidades son infinitas. Los Juegos Olímpicos de Tokio no se celebraron este año como estaba previsto. Cruzamos los dedos para que tanto los Campeonatos de Europa como los Juegos Olímpicos se celebren en 2021, pero no podemos estar seguros. Es estupendo tener un objetivo al que aspirar, pero cuando ese objetivo puede cancelarse, mantenerse en el buen camino puede ser difícil. Este año me ha enseñado a no poner todas mis esperanzas en una sola cosa. No pierdas de vista el panorama general y recuerda cada día por qué haces lo que haces. Me gusta seguir mi entrenamiento en aplicaciones como Strava. Ver una representación visual de mi progreso a través de estadísticas y cifras me reafirma en que el trabajo que estoy haciendo está dando sus frutos. El elemento social también fomenta una rivalidad sana que atrae a mi naturaleza competitiva y siempre me anima. Me resulta más difícil motivarme cuando entreno solo. Entrenar con un compañero me obliga a comprometerme de antemano con una hora y un lugar, lo que hace más difícil que me retraiga. La conversación hace que la sesión sea más rápida y el apoyo moral me da un gran impulso. Intenta encontrar un compañero de entrenamiento este invierno, alguien con una capacidad y unos objetivos similares. Yo estoy deseando volver a mi pista y gimnasio habituales y volver a entrenar en grupo. Cuando sea seguro hacerlo, ¿por qué no echas un vistazo a los clubes y grupos de tu localidad? Así que la próxima vez que empieces a desistir de una sesión de entrenamiento, lee esto, ponte tu ropa de entrenamiento favorita y prepara tu batido SiS REGO o tu barrita de proteínas para después del entrenamiento. Escrito por Jessica Tappin
